Dibujando emociones
En el caso de Schulz, igual que ocurre con la mayoría de los escritores que se dedican al mismo tiempo a dibujar, observamos una profunda división entre esos dos ámbitos creativos: el dibujo muestra un campo emocional distinto al de la prosa, es sensual de otra manera, llega más directamente al terreno erótico, con más precisión que las descripciones literarias cumple los sueños secretos del artista. Y no hay duda alguna de que la misma mano lleva pluma y lápiz, y, seguramente, sin los dibujos sería mucho más difícil llegar a las profundidades de la imaginación de Schulz.[...] |